
Llevo el corazón roto desde que te perdí, desde aquel mensaje en el que me dijiste que ya no podías más, que habías luchado mucho, que deje de luchar por ti. En esa mirada en la que me aseguraste que estarías bien, y que yo estaría bien en este mundo sin ti. ¿Cómo se te ocurrió decirme algo así?
Se me rompió el corazón, esa vez que tomaste mi mano, y me dijiste que te ibas, y que gracias. Si, llevo recogiéndome a pedazos, sobreviviendo, curando las heridas que han querido abrirse, porque me rompí, porque contigo dejé ir parte de mi.
Esas mismas veces, me detengo a pensarte para volver a sentir. Y es que la verdad, recordarte me hace feliz.
¿Te quedas un ratito más?, mamá.