
Perdón, soy un desastre.
Muchas veces no tengo idea que quiero hacer, pero igual voy por ello. Lo sé, soy un desastre, no me quedo quieta nunca, tampoco me conformo y no me importa decir lo que estoy pensando.
Perdona, soy un desastre, no me quedo con nada guardado, no me importa si me miras mal por comportarme como realmente soy, no entiendo de indirectas ni de sarcasmos, tampoco me río para que tu creas que tus chistes son buenos.
Lo sé, estoy equivocada, defiendo lo que creo y no me dejo convencer por nada. A veces creo tener la razón de todo, pero al rato me doy cuenta que me falta mucho por aprender.
Perdón, soy un desastre, pero te juro que me quiero.