Cuando Carlos la tocaba creaba en ella una sensación que le provocaba gritar, él sentía sus latidos muy fuertes, sus manos sudaban y apretaba los labios disimuladamente para que ella no se diera cuenta de todo lo que podía lograr. A veces Carlos cerraba los ojos para imaginar un poquito mas.
Cuando ella mordía sus labios, Carlos la amaba, ni si quiera tenía idea que en esos pequeños detalles él enloquecía de amor.
A veces ella besaba sus cejas, esas mismas veces lo alborotaba quitándole la ropa, sentirle la piel la volvía loca. Desde entonces no deja que otro hombre la toque y la idea le aterra, tiene miedo que no entiendan su cuerpo, pero más le teme a que Carlos olvide como tocarla.