Se quedó a un lado de la pista, viéndome bailar, con un cigarrillo en una mano y una botella en la otra, volvió a verme sin intención alguna a moverse, creo que no pretendía nada más que hacerme entender que estaba ahí, lo vi, vi su botella y volví a bailar.
La mirada de reojo y el baile que intentaba que se diera cuenta que era para él. Y la verdad, es que parada ahí de lejos sólo esperaba que volvieras, a mirarme.