Me acordé de ti, claro que lo hice.
Justo en el mejor momento te vas, y yo me acordé de ti, de esa vez, de ese abrazo que te negué, de ese hombre desesperado que dejé plantado, de esa mirada que dejé perder. De esa mano que nunca alcancé porque no se me daba lo de caminar a prisa.
Y esa vez me acordé que te perdí.